Buscar:
EL EXPERIMENTO DE HARLOW Y SU TEORÍA SOBRE EL APEGO

EL EXPERIMENTO DE HARLOW

La teoría del apego de Bowly postula que el tipo de apego que nuestros cuidadores establezcan con nosotros en la infancia, determinará la manera de relacionarnos con los demás en la edad adulta.

Bowly fue el precursor de esta teoría del apego ya que descubrió que la privación materna podría tener efectos negativos en los bebés.

Harry Harlow, Un psicólogo estadounidense decidió comprobar esta teoría en la década de 1950 realizando un experimento con crías de monos rhesus. Su propósito era estudiar el comportamiento de las crías al ser separadas de sus madres y concluir la importancia del apego emocional en los primates. Para ello, incorporó en las jaulas donde estaban las crías dos dispositivos:

  1. Una madre (simulaba una mamá de monos rhesus) de alambre con un biberón de leche:esta madre artificial proporcionaba alimento a las crías.
  2. Una madre de tela suave:esta madre artificial estaba hecha de tela suave y agradable al tacto, pero no proporcionaba ningún tipo de alimento.

¿Cual escogían las crías?

El resultado mostró que las crías preferían a la madre de tela suave, a pesar de que ésta no proporcionaba alimento alguno. Este experimento demostró que la seguridad emocional que proporcionaba la madre de tela era más importante para las crías que la alimentación.

Este experimento demostró la importancia del apego en los seres humanos y en otros primates. Concienció de que el apego no se basa únicamente en la satisfacción de las necesidades fisiológicas como la alimentación, aseo etc. sino también en la necesidad de seguridad, confort, cariño y contacto físico.

Quedó así demostrada la importancia de las relaciones emocionales y el cuidado maternal en el desarrollo saludable de los individuos.

CONSEJOS PARA AFRONTAR SEPTIEMBRE

¿CÓMO AFRONTAR LA VUELTA A LA RUTINA SIN MORIR EN EL INTENTO?

Septiembre: nuevo curso, vuelta al trabajo, vuelta a la rutina. Septiembre supone una vuelta a la realidad tras unas merecidas vacaciones sin las preocupaciones habituales. Muchas personas sufren estrés al retomar sus labores cotidianas. De modo que, aquí te doy unos consejos sobre cómo afrontar la vuelta a la rutina sin que se nos haga cuesta arriba.

  1. Establece metas y planes: define objetivos concretos para septiembre. Establecer metas te dará una dirección y motivación.
  2. Organización: planifica tus actividades con antelación. Organízate con una agenda, un calendario u otras herramientas de planificación para establecer adecuadamente los tiempos y no verte sobrepasado de tareas.
  3. Sigue una rutina saludable: mantén unos horarios adecuados de sueño, alimentación y ejercicio físico.
  4. Gestiona el cambio: Si te toca enfrentar un cambio importante a partir de septiembre, prepárate mentalmente para la transición.
  5. Practica técnicas de relajación o meditación: pueden serte de utilidad en los momentos que notes que el estrés se está apoderando de ti.
  6. Recuerda mantener tiempo para ti: en muchas ocasiones nos vemos tan involucrados en el trabajo que descuidamos nuestro propio bienestar. No te olvides de practicar alguna actividad que te guste, reservar tiempo para los amigos o reservar espacio para la familia.

TIPS A TENER EN CUENTA

  1. Lleva un orden. No dejes todo para el último día.
  2. Retoma gradualmente tus actividades habituales.
  3. Mantén una actitud positiva viendo el lado positivo de las cosas.
  4. Cuida tu salud física y tu salud mental.
  5. Controla el estrés.
  6. Duerme lo suficiente.
  7. Busca metas y objetivos.

Recuerda que cada persona es única y a cada nos funciona una cosa distinta. Asi que dedícate unos minutos a pensar y valorar cuales son aquellas cosas que pueden ayudarte a afrontar el comienzo de septiembre.

Sara Oneca De Miguel

Psicóloga colegiada N-01642

3 PREGUNTAS QUE HACERTE ANTES DE ACUDIR A UN PSICÓLOGO

3 PREGUNTAS QUE DEBES PLANTEARTE ANTES DE ACUDIR A UN PSICÓLOGO

Antes de comenzar una terapia, es importante reflexionar sobre lo que necesitas y las expectativas que tienes. Aquí tienes tres preguntas que podrían ayudarte a prepararte para iniciar el proceso de psicoterapia:

  1. ¿Qué objetivos tengo para la terapia?  

    Es de suma importancia tener claro lo que esperas realmente de la terapia. Puede ser mejorar tu autoestima, superar un miedo, manejar el estrés o aprender a manejar mejor tus relaciones interpersonales. Definir tus objetivos te ayudará a comunicárselos a tu terapeuta y a asegurarte de que le transmites lo que realmente deseas lograr.

  2. ¿Estoy dispuesto(a) a comprometerme y a ser honesto(a)?

    La terapia puede ser eficaz cuando existe un compromiso por parte del cliente. Esto implica estar dispuesto a asistir a las sesiones sin dejarlas de lado, participar activamente y ser honesto(a) acerca de lo que estás sintiendo, lo que piensas y las experiencias que te estén sucediendo. La sinceridad y la confianza son esenciales para que tu terapeuta pueda comprender lo que te sucede y proporcionarte el apoyo adecuado.

  3. ¿Qué tipo de terapeuta y enfoque terapéutico me gustaría

    1. Hay diferentes enfoques y estilos de dar psicoterapia, por ello es importante encontrar uno que se adapte a tus necesidades y preferencias. Infórmate sobre los diferentes tipos de terapia que existen(como terapia cognitivo-conductual, terapia psicodinámica, terapia humanista, etc.) y valora cuál de ellos encaja más contigo. También puedes pensar en las características que te gustaría que tu terapeuta tenga, como género, edad, experiencia, etc.

    Responder estas preguntas te ayudará a saber lo que necesitas realmente para comenzar tu travesía en la terapia. Además, recuerda que la relación con tu terapeuta es esencial para lograr el éxito terapéutico, así que no dudes en hacer preguntas adicionales o plantear inquietudes durante tus primeras sesiones para asegurarte de que estás tomando la decisión correcta para ti.